A medida que
pasa el tiempo cada vez más me sorprendo de esta maravillosa estructura sobre
la que caminamos, nuestros pies.
La
Reflexología es una disciplina cuyo principio indica que hay áreas reflejas en los
pies y las manos que se corresponden con todas las glándulas, órganos y partes
del cuerpo. Es una técnica que utiliza
el pulgar y los otros dedos sobre estas áreas reflejas.
Es increíble
y sorprendente comprobar cómo al ser
activado un punto reflejo se conecta inmediatamente con la zona del cuerpo que
representa permitiéndonos sentir el fluir
de la energía que estaba bloqueada.
El cuerpo
humano sano es una “máquina”
delicadamente equilibrada en la que todo funciona en orden, donde el equilibrio se mantiene a través de un
sistema de glándulas, órganos, nervios y elementos químicos entre otros. Pero
si uno solo de estos componentes se desajusta el efecto se sentirá en todo el
sistema corporal quedando “fuera de punto”.
Podemos
describir a la Reflexología como el arte de la puesta a punto, permitiendo que cada parte funcione correctamente
para lograr la armonía.
Muchísimas
enfermedades se atribuyen al estrés y la tensión, varios sistemas corporales se
ven afectados de diferentes formas y en diferentes grados. Una persona puede
exhibir problemas cardiovasculares, otra gastrointestinales, malestar, jaqueca,
sudor… para mencionar sólo algunas pocas de las innumerables reacciones
corporales al estrés. La tensión se asemeja a un torniquete alrededor del sistema
corporal... una compresión que puede conducirnos a serias consecuencias. La Reflexología podal alivia el estrés y relaja la
tensión.
Para mantener
el cuerpo en un equilibrio normal es necesario que exista la máxima alimentación nerviosa y sanguínea
a cada órgano y a cada glándula.
Los nervios,
estructuras similares a cordones, comprenden una colección de fibras nerviosas,
llevando impulsos entre una parte del sistema nervioso central y otras regiones
del cuerpo. Representan el sistema de cables de “nuestra casa” o cuerpo. Las
tensiones cotidianas acumuladas en el tiempo pueden ocasionar un cortocircuito,
presionando una estructura nerviosa que abastece a un órgano vital.
Cuando la
tensión cesa, la presión sobre los nervios y vasos se relaja, mejorando así el
flujo de sangre y sus nutrientes ricos en oxígeno a todas las partes del
cuerpo.
La Reflexología ayuda a la naturaleza a normalizarse.
Las glándulas u órganos hiperactivos pueden ser ayudados a volver a la
normalidad. A la inversa, si un órgano o una glándula actúan deficientemente,
estos puede ser estimularlos para que regularicen su funcionamiento.
Los que
tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta terapia sentimos un gran placer y
una mágica relajación en cada sesión; posteriormente, entre otros beneficios,
un real alivio de malestares y aumento de energía.
El profundo
deseo de ayudar a una persona, siguiendo el camino que sus pies me indican aplicando las técnicas apropiadas, despertará
en ella su propio médico interno y
en mí la alegría al comprobar su mejoría y bienestar.
-Nancy Romeo (h)-Instructora en Alimentación y Salud
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