Es como nuestro "espejo interno" y está presente cada vez que pensamos o decimos "yo soy" o "yo no soy", "yo puedo" o "yo no puedo". Cada uno tiene una imagen de sí mismo y esta imagen condiciona nuestra conducta y nuestra relación con los demás.
La forma en que me veo afecta la forma de mi presentación ante el otro y afecta, por ende, la forma en que el otro me ve.
Abarca diferentes aspectos de la pesona, entre otros, la percepción y vivencia del propio cuerpo (imagen y esquema corporal), la valoración de sí mismo (autoestima) y la forma en que proyectamos nuestra imagen sobre los demás. Se trata de una construcción psíquica ligada totalmene a nuestra historia personal.
La historia de esta percepción de sí mismo comienza en el momento del mismo nacimiento.



La problemática respecto a la autoimagen está presente en numerosos trastornos psicológicos.
Además, incide muchísimo cotidianamente en nuestra calidad de vida: en cómo nos sentimos y pensamos, en nuestras conductas, en cómo nos vinculamos y -fundamentalmente- en nuestra autoestima.
Así como es algo desarrollable a lo largo de la vida, también es trabajable...
Lic. Marcelo Bragiola
No hay comentarios.:
Publicar un comentario