miércoles, 5 de noviembre de 2014

La importancia del grupo

     Buceando sobre sus orígenes llegamos al término germánico kruppa = masa redondeada (aludiendo a su forma circular, a la idea de círculo). De dicha palabra deriva el término provenzal grop = nudo (aludiendo a la cohesión). Vemos que aquí ya hay una referencia a dos características de un grupo: generalmente los integrantes se ubican en forma circular y están cohesionados por algo en común (una tarea o un objetivo).
     De esa palabra surge el término italiano groppo o gruppo, aludiendo a un conjunto de personas esculpidas en un mismo bloque de material o pintadas. 
    El groppo scultorico es una forma artística propia del Renacimiento, a través de la cual las esculturas que en tiempos medievales estaban siempre integradas al edificio pasan a ser expresiones artísticas en volumen separadas de los mismos, permitiendo para su apreciación caminar a su alrededor, es decir, rodearlas. Así, sus figuras cobran sentido cuando son observadas como conjunto más que aisladamente. Hacia el siglo XVIII pasó a significar una reunión de personas, divulgándose rápidamente su uso coloquial. 

     Podríamos definir y caracterizar a un grupo de múltiples maneras. 

     En el contexto de lo que proponemos en Vientos de Salud lo concebimos como un grupo:
-Operativo: lo que convoca a los integrantes es una tarea en común, una serie de acciones que se realizan para lograr determinados objetivos.
     En este caso la propuesta es alcanzar un peso saludable, prevenir o aprender a convivir con enfermedades crónicas, favorecer el crecimiento personal y -en definitiva- mejorar la calidad de vida.
    Si bien es homogéneo en cuanto a la tarea (ya que hay una convergencia de los miembros con un fin común), el grupo es heterogéneo en cuanto a su composición, ya que está integrado por personas de diferente edad, nivel sociocultural y socioeconómico, sexo y grado de sobrepeso -lo cual posibilita el encuentro con la diferencia desde el primer encuentro.
-Psicoeducativo: a través de diferentes talleres se van incorporando conocimientos sobre Educación Alimentaria y se van aprendiendo diferentes estrategias para poder alcanzar los objetivos. Cada participante va adquiriendo una especie de “caja de herramientas” que le permitirá afrontar las dificultades y que podrán utilizar cuando lo necesiten. 
-Participativo: cada integrante es protagonista activo, desde su singularidad, actor de su propia acción, en un proceso de esclarecimiento (de necesidades propias, dificultades, etc.), transformación progresiva y desarrollo y apropiación de las herramientas necesarias. Esto permite un compromiso más sólido con la propia recuperación y adaptar el plan alimentario y de actividad física a cada persona.
-Abierto: caracterizado por su flexibilidad, permitiendo el ingreso y salida de los miembros.

     Consideramos esencial el abordaje grupal por varios motivos.
     Estar en un grupo permite a cada uno “abrirse” al otro: compartir, aprender de otras experiencias, poder pedir ayuda y animarse a recibir ayuda de otros.
      El grupo puede transformarse en un espacio que da marco, que aloja, facilitando a cada integrante la reflexión y la organización (teniendo en cuenta la dificultad que suele presentarse en cuanto a esto).
     Al verse cada integrante sostenido y reflejado en los otros miembros del grupo, éste funciona como una red de contención, de apoyo
     La fuerza de un conjunto de personas pugnando por el mismo objetivo es muy grande y esto permite que los integrantes se apoyen y se den ánimo unos a otros.
     La posibilidad de tener una red de contención es muy importante, especialmente en los inicios del tratamiento donde muchas veces uno se siente solo e impotente para modificar hábitos largamente arraigados.
    A su vez, observar el compromiso de sus compañeros con el avance en el tratamiento ayuda a recordarles a los demás en cada reunión la importancia de seguir con los objetivos propuestos.
     Así, el grupo favorece la motivación de los compañeros, especialmente en los momentos de mayores dificultades.

    Además de los objetivos explícitos se trabajan aspectos relacionados con la  pertenencia grupal (el grado de ligazón de los integrantes entre sí y de estos con la tarea), la comunicación y la adhesión al tratamiento.
    El grupo mueve y crea condiciones para la creatividad, así como -si bien no es un grupo terapéutico- suele tener efectos terapéuticos, tendiendo a mejorar a sus integrantes, es decir, a brindarles la posibilidad de desarrollar capacidades y de superar problemas personales por el mero hecho de compartir una situación con otros.


    El enfoque grupal del tratamiento favorece la confrontación e integración de múltiples miradas ante una misma situación, enriqueciendo el proceso  de cada miembro del grupo. El otro se convierte en un “espejo de mí mismo, que me mira desde un lado desde el que tal vez yo no me veo”.
                                                            
                                                         Lic Marcelo Bragiola

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