Buceando sobre sus orígenes
llegamos al término germánico kruppa =
masa redondeada (aludiendo a su forma circular, a la idea de círculo). De dicha
palabra deriva el término provenzal grop =
nudo (aludiendo a la cohesión). Vemos que aquí ya hay una referencia a dos
características de un grupo: generalmente los integrantes se ubican en forma
circular y están cohesionados por algo en común (una tarea o un objetivo).
De esa palabra surge el término italiano groppo o gruppo, aludiendo a un conjunto de personas esculpidas en un mismo bloque de material o pintadas.
El groppo scultorico es una forma artística propia del Renacimiento, a través de la cual las esculturas que en tiempos medievales estaban siempre integradas al edificio pasan a ser expresiones artísticas en volumen separadas de los mismos, permitiendo para su apreciación caminar a su alrededor, es decir, rodearlas. Así, sus figuras cobran sentido cuando son observadas como conjunto más que aisladamente. Hacia el siglo XVIII pasó a significar una reunión de personas, divulgándose rápidamente su uso coloquial. De esa palabra surge el término italiano groppo o gruppo, aludiendo a un conjunto de personas esculpidas en un mismo bloque de material o pintadas.
Podríamos definir y
caracterizar a un grupo de múltiples maneras.
En el contexto de lo que proponemos en Vientos de Salud lo concebimos como un grupo:
En el contexto de lo que proponemos en Vientos de Salud lo concebimos como un grupo:
-Operativo: lo que convoca a los integrantes es una tarea en común, una serie de acciones
que se realizan para lograr determinados objetivos.
En este caso la propuesta es
alcanzar un peso saludable, prevenir
o aprender a convivir con enfermedades
crónicas, favorecer el crecimiento
personal y -en definitiva- mejorar la calidad
de vida.
Si bien es homogéneo en
cuanto a la tarea (ya que hay una convergencia de los miembros con un fin
común), el grupo es heterogéneo en
cuanto a su composición, ya que está integrado por personas de diferente edad,
nivel sociocultural y socioeconómico, sexo y grado de sobrepeso -lo cual
posibilita el encuentro con la diferencia desde el primer encuentro.
-Psicoeducativo: a través de diferentes talleres se van incorporando
conocimientos sobre Educación Alimentaria
y se van aprendiendo diferentes estrategias
para poder alcanzar los objetivos. Cada participante va adquiriendo una especie
de “caja de herramientas” que le permitirá afrontar las dificultades y que
podrán utilizar cuando lo necesiten.
-Participativo: cada integrante es protagonista activo, desde su singularidad, actor de su propia
acción, en un proceso de esclarecimiento (de necesidades propias, dificultades,
etc.), transformación progresiva y desarrollo y apropiación de las herramientas
necesarias. Esto permite un compromiso más sólido con la propia recuperación y
adaptar el plan alimentario y de actividad física a cada persona.
-Abierto: caracterizado por su flexibilidad,
permitiendo el ingreso y salida de los miembros.
Estar en un grupo permite a
cada uno “abrirse” al otro: compartir, aprender de otras experiencias, poder
pedir ayuda y animarse a recibir ayuda de otros.
El grupo puede transformarse en un espacio que da marco, que aloja,
facilitando a cada integrante la reflexión y la organización (teniendo en
cuenta la dificultad que suele presentarse en cuanto a esto).
Al verse cada integrante
sostenido y reflejado en los otros miembros del grupo, éste funciona como una red de contención, de apoyo.
La fuerza de un conjunto de
personas pugnando por el mismo objetivo es muy grande y esto permite que los
integrantes se apoyen y se den ánimo unos a otros.
La posibilidad de tener una
red de contención es muy importante, especialmente en los inicios del
tratamiento donde muchas veces uno se siente solo e impotente para modificar
hábitos largamente arraigados.
A su vez, observar el
compromiso de sus compañeros con el avance en el tratamiento ayuda a
recordarles a los demás en cada reunión la importancia de seguir con los
objetivos propuestos.
Así, el grupo favorece la motivación de los compañeros,
especialmente en los momentos de mayores dificultades.
Además de los objetivos
explícitos se trabajan aspectos relacionados con la pertenencia
grupal (el grado de ligazón de los integrantes entre sí y de estos con la
tarea), la comunicación y la adhesión al tratamiento.
El grupo mueve y crea
condiciones para la creatividad, así
como -si bien no es un grupo terapéutico- suele tener efectos terapéuticos, tendiendo a mejorar a sus
integrantes, es decir, a brindarles la posibilidad de desarrollar capacidades y
de superar problemas personales por el mero hecho de compartir una situación
con otros.
El enfoque grupal del tratamiento favorece la confrontación e integración de múltiples miradas ante una misma situación, enriqueciendo el proceso de cada miembro del grupo. El otro se convierte en un “espejo de mí mismo, que me mira desde un lado desde el que tal vez yo no me veo”.
Lic Marcelo Bragiola
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