miércoles, 18 de febrero de 2015

"La Mejor Versión de uno mismo"

Si bien lo perfecto es enemigo de lo bueno, por qué no intentar este año que comienza “la mejor versión de uno mismo”.

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Nuestro organismo está diseñado para funcionar totalmente integrado a la vida natural. Los adelantos de la ciencia y la tecnología, con cambios en el estilo de vida, nos han alejado mucho de este camino.
La persona que trabaja en el campo camina recorriendo extensas distancias verdes, se agacha para sembrar y observar la evolución de sus plantaciones, sube y baja de los tractores  fortaleciendo sus piernas, cuando cosecha se estira  realizando ejercicios de elongación sin sospecharlo.
Sin embargo, nosotros, encapsulados en oficinas, nos vamos achicando y encorvando hasta adquirir el tamaño y la forma  que nos provoca la distancia que separa nuestra silla de la computadora.

Hemos creado un mundo en el que algunos viven poco por falta de medios que hacen al bienestar... pero otros... ”mueren un poco cada día”tal vez por exceso de “bienestar” o por el estrés que significa obtenerlo.

Los efectos de nuestro desgaste ”interno” y “externo”   son el producto de la acumulación de situaciones que generalmente se van dando por el maltrato al que sometemos a nuestra biología desde edades tempranas, y la poca escucha interna que tenemos.
Pareciera que las preocupaciones tienen la habilidad de “envenenar” nuestra existencia. Generalmente constituyen un cierto hábito de pensamiento haciéndonos “sentir nerviosos” por algo que ya sucedió o el temor de que suceda en el futuro, sin permitirnos disfrutar el hoy.
Por el contrario, pensar en las necesidades del otro y ocuparnos de ello nos fortalece. Mientras más aprendemos de los problemas de los demás se desvanecen los nuestros. 

Lo importante es que debemos tomar conciencia de que la mayoría de los efectos del envejecimiento y el desequilibrio de nuestro organismo están relacionados con nuestros hábitos y por lo tanto ¡pueden ser modificados!

Una vida natural logrará resultados sorprendentes. El aire y el agua puros, la comida nutritiva, una caminata bajo el sol tibio y un sueño reparador durante la noche son elementos muy poderosos si los convertimos en hábitos. No nos engañemos, las conductas saludables pero ocasionales no se las puede considerar como hábitos. 
Jugar al fútbol una vez por semana puede exponernos a un agotamiento muscular, desgarros o a una falla cardíaca asociada a otros factores concomitantes.


Comprometerse con la moderación, es decir evitar los excesos es otro punto fundamental. Los mecanismos del cuerpo funcionan dentro de sus límites, por lo que la moderación en la comida, en el descanso, en el trabajo y en el ejercicio respeta esos límites.

Una actitud mental positiva se mancomuna a los mencionados hábitos. Tener pensamientos felices la mayor parte del tiempo causa cambios bioquímicos en el cerebro, los que a su vez tiene efectos muy beneficiosos en el organismo. 

Analizando conductas de Longevos Saludables se comprobó que hay algunas características psicológicas que se repiten en todos ellos: No les preocupa envejecer ni morir; emprenden todos los proyectos que, una vez evaluadas las posibilidades, sienten que desean concretar; sus vidas prolongadas son la suma de cada uno de los días del presente, bien aprovechados y vividos.

Comenzó un Nuevo Año, cómo vivirlo es una cuestión de elección.
Si es tu deseo, VIENTOS de SALUD puede ayudarte a construir la “Mejor versión de vos mismo”. 

Nancy Romeo, Inst. en Alimentación, Salud y Activ. física


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