Prof.
Nancy Romeo (h)
miércoles, 5 de marzo de 2014
Cómo cuidar el peso después de las vacaciones
Si en estas vacaciones descuidaste tu alimentación
trayendo unos kilos de más junto a tu equipaje, es un buen momento para corregir errores y planificar cambios.
Si durante los últimos meses también tu forma
de comer se relajó y el deseo de despreocuparte de todo te llevó a elegir
opciones sabrosas pero excedidas en grasa y azúcares no sientas culpa y, en
cambio, recurrí a la acción.
Tal vez descuidaste la actividad física o no tomaste la iniciativa de
abandonar el sedentarismo.
Posiblemente no sólo recuperaste peso
durante las vacaciones, sino también recobraste energía. Aprovechá entonces esa
nueva potencia para instalar con fuerza hábitos
más saludables.
Aceptar que las vacaciones terminaron es un primer paso. Por
otro lado, ya es hora de acercarte a la balanza; no pienses que es tu enemiga sino un “GPS” que te indicará dónde estás hoy
y a dónde querés llegar. Elegí un día para pesarte y descartá las excusas. Si
tenés unos kilos de más no te
desesperes; ponéte como objetivo bajarlos
saludablemente con un programa
personalizado y adaptado a tu realidad.
Si te resulta difícil hacerlo solo pedí ayuda profesional. Podés aprender a comer
sin privaciones innecesarias, con una alimentación variada que contemple tus
preferencias y posibilidades.
Esta
es una buena época para pensar en cambios. Renováte con objetivos que estén a tu alcance. Algunos ejemplos: practicar un deporte, hacer gimnasia, cocinar más
liviano, preparar viandas
saludables para llevar al trabajo, programar las comidas para
la semana, incorporar más
frutas y hortalizas, o simplemente reducir la cantidad de grasa y azúcar
de tu alimentación habitual.
Considerá que la actividad física es un pilar fundamental para
bajar de peso y estar sano. Te conviene elegir actividades que te diviertan y
agraden para poder mantenerlas en el tiempo.
Intentá controlar el estrés. Volver de
las vacaciones no significa necesariamente cargarse de
preocupaciones. El estrés puede
liberar sustancias que contribuyen a la acumulación de grasa en la zona
abdominal, lo que no sólo afecta a tu peso sino que también aumenta el riesgo
de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV).
Para
relajarse no es necesario estar a
orillas del mar o contemplar las sierras. Diferentes técnicas pueden ayudarnos
a sentirnos más armonizados, optimizando nuestras tareas con alegría.
Recordá que mejorar tu Calidad de Vida no es un
gasto de tiempo y energía, sino la mejor
inversión.
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