El estrés es un MECANISMO FISIOLÓGICO,
altamente positivo que nos permite decidir, actuar y resolver a corto plazo.
Para el hombre primitivo, las causas
generadoras de estrés eran generalmente del tipo físico. Una mañana al despertar,
se encontraba con un oso en la entrada de su
caverna.
Como la lucha era inminente, se producían
todos los eventos biológicos para afrontar la situación. Para nuestros
antepasados, las situaciones estresantes sólo duraban POCO TIEMPO.
Se trataba de huir o luchar, vencer o morir.
En la actualidad, las causas de estrés son
situaciones emocionales cuya influencia se prolonga en el tiempo.
El oso de la antigüedad se ha transformado en
un jefe difícil, un sueldo insuficiente, un matrimonio desavenido, un
atascamiento de tránsito, o un conflicto
emocional sin resolver.
La PERSISTENCIA DEL ESTRÉS es lo que
transforma ese mecanismo fisiológico tan útil para nuestra supervivencia, en el
más poderoso enemigo de la longevidad.
Muchas veces las personas que tienen infartos
cardíacos no los padecen solo por el “taponamiento” de sus arterias coronarias,
sino mucho más por un “espesamiento” de la sangre provocado por la adrenalina
que genera ante las insistentes situaciones estresantes.
No es casual, entonces, la gran incidencia de
infartos producidos en la noche del domingo. Estos se dan justamente antes de
que la persona deba afrontar una semana llena de angustias y frustraciones, en
un laberinto mental de competitividad e incertidumbre del cual no vislumbra la
salida.
Los sistemas nervioso y de defensa están en un
diálogo químico constante desde los primeros momentos de nuestras vidas.
Actualmente hay fuertes sospechas de que las
enfermedades de Alzheimer, de Parkinson y el cáncer están ligados a un
deterioro de la inmunidad.
Hoy podemos afirmar que los pensamientos y
sentimientos provenientes del espíritu ejercen una acción sobre cada una de
nuestros 5 trillones de células, las que al funcionar sincronizadamente
garantizarán la integridad del organismo.
LA INSATISFACCIÓN VITAL ES UNA EMOCIÓN
ESTRESANTE, POR LO TANTO PUEDE CONDUCIR LA A CAÍDA INMUNITARIA Y A LA VEJEZ
PREMATURA.
ENTORNOS QUE GENERAN SENSACIONES DE ADVERSIDAD Y/ O INCERTIDUMBRE NOS HACEN
ENVEJECER ANTES DE TIEMPO.
Si bien hay muchos factores externos que no
podemos modificar, lo que está en nuestras manos es cambiar LA ACTITUD.
¿No será el momento en que debemos poner el
mayor esfuerzo para identificar y trabajar solos o con ayuda, sobre las causas,
creencias o emociones que nos perjudican?.
Del libro “Cincuenta y tantos” del Dr Juan F.
Hitzig
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