miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nuevo Año, Nueva Oportunidad para Elegir


      Las fiestas de fin de año –Nochebuena, Navidad, Año Nuevo- son celebraciones señaladas en el calendario donde en el imaginario social se entrecruzan sentimientos de bondad y solidaridad, tradiciones, religión, buena comida, fiestas y regalos.
      También es la época en la que el consumismo devora carteras, billeteras y bolsillos en tiendas y shoppings. 
      Es como si -casi mágicamente- por unos días desaparecieran las luchas políticas, las diferencias sociales, las guerras, la pobreza, los problemas cotidianos...
      Sin embargo, no todas las personas experimentan estás celebraciones de la misma manera.
      Para cada uno las fiestas poseen un valor simbólico y emocional por estar articuladas a recuerdos, situaciones, personas o etapas de la vida. Lo mismo ocurre con los alimentos, ya que prácticamente todo lo que comemos evoca en nosotros una valoración más allá de lo puramente alimenticio. Además de nutrirnos y protegernos contra las enfermedades la comida nos ayuda a acercarnos a los demás y a sentirnos parte de una comunidad y de una cultura, nos representa ante los demás y nos remite a nuestro pasado tanto reciente como remoto.
      Si bien existen asociaciones más o menos compartidas por la mayoría de la población, hay asociaciones más individuales ligadas a la subjetividad.
      Para la mayoría estas celebraciones son vividas con la alegría propia de fiestas que suponen principalmente el reconocimiento de todo lo bueno ocurrido durante el año, los logros obtenidos, el crecimiento experimentado. Esto hace que el año que comienza sea esperado con optimismo y pleno de proyectos.

      Para muchos la festividad del Año Nuevo es una época de “excesos”: de grasa, de comida, de alcohol…   Se trata de quienes tienden a festejar comiendo y bebiendo descontroladamente. Aquí se funden -y hasta confunden- aspectos subjetivos individuales (impulsividad, tendencias adictivas, carencias afectivas, represión contenida) con otros relacionados con el contexto cultural en el que se vive (la comida como centro principal de encuentro, por ejemplo).
      Para algunos el fin de año representa el símbolo de la propia finitud, cayendo en la cuenta que la vida no es eterna. Esto ocurre principalmente en aquellos que han vivido situaciones de pérdida significativas y cuyos recuerdos despiertan el dolor que se ha sufrido.
      Otros se sienten agobiados por las exigencias a las que se ven sometidos a fin de año, provocando sensaciones de ansiedad y estrés.
      Más allá de las situaciones personales de cada uno pensemos que no sólo finaliza un año, sino que lo más importante es que comienza otro. La principal diferencia que tenemos los seres humanos respecto a los animales es justamente nuestra capacidad de simbolización y transformación de la realidad.
      Por eso, desde Vientos de Salud, deseamos y proponemos intentar vivir el comienzo del Nuevo Año con nuevos desafíos que podemos aprovechar para iniciar –o continuar- cambios, transformando el “no puedo” (que frecuentemente quiere decir “no estoy dispuesto al esfuerzo”) por “estoy dispuesto a hacerlo” y “voy a lograrlo”, valorar los avances y logros en lugar de lamentar los errores, tomar las dificultades como un aprendizaje y no sólo como obstáculos, proponerse nuevas metas, reflexionar y transformar el “querer” en “hacer”… ¡Feliz Año Nuevo… Feliz Nueva Oportunidad!


                                                         -Lic.  Marcelo A. Bragiola-

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Querido Papá Noel: no me traigas de regalo los kilos que perdí...


Ahora que se acercan las fiestas nos conviene programar qué vamos a comer para que no lleguen con “Papá Noel” los kilos y  kilitos perdidos con tanta dedicación.
Aprendiste a comer de una manera saludablediferente de la que te llevó al molesto y preocupante sobrepeso. Adquiriste muchas habilidades que te permiten seguir adelgazando o mantener tu peso posible.
Te convertiste en un arquitecto de tu propia vida, edificaste tu “autorresponsabilidad”, reconociste tus debilidades y desarrollaste tus fortalezas. Sería una lástima que la luz que encendiste sea fugaz como la de  los fuegos artificiales.
Tampoco te vayas al otro extremo y pretendas “no probar bocado” o “no beber una gota”. Aquí van algunas sugerencias para que festejes saludablemente con alegría y sin culpa:
Aprovechá para activar las neuronas y cocinar menúes nutritivos, sabrosos y reducidos calorías. Hay muchas recetas dando vuelta en el mercado (revistas, TV, páginas de Internet, libros etc.)
Podés preparar tragos sin alcohol (con jugos y gaseosas diet y amargos Light). Si decidís tomar alcohol, comé algo antes y programá lo que vas a tomar; agregar bastante hielo al vaso puede ayudarte.

Si pasás las fiestas fuera de tu casa, te sugiero comer algo antes de salir, en la reunión elegí los alimentos menos engordantes y procurá conversar lejos de la mesa. 
Realizá las comidas diarias que te indica el plan, no juntes apetito para la Noche Buena o Fin de Año.
Considerá además que existen los festejos pre-fiestas, por lo que es importante planificar los “opcionales”. Para ello, ser más realista es “poner límites concretos”. Por ejemplo: una copa, un sandwich, una porción chica de pan dulce.
Casi siempre cuando llegamos a la mesa dulce  estamos más que satisfechos, pero la inercia nos lleva a seguir incorporando las costumbres de los países del norte y nos atiborramos de calorías. Recuerda que:
1 copa de sidra, 1 porción de pan dulce, 1 trozo pequeño de turrón, 5 almendras y 2 nueces, suman un total de: 660 calorías
1 copa de champaña, 1 porción de budín, 1 pocillo de garrapiñadas y 3 higos secos, equivalen a 600 calorías.
Si bien sabés, que contar calorías continuamente no es nuestra costumbre, estos datos pueden orientarnos.
No es imprescindible comer y beber todo lo que se ve para disfrutar. Comprometerse con la moderación y comer sólo lo que se quiere es el modo de obtener lo mejor de cada momento. Se puede adelgazar, mantenerse y gozar de los sabores y los afectos.
Gracias por compartir con nosotros este año, por tu confianza, la escucha atenta, el corazón abierto y tu actitud positiva para el cambio.
¡Feliz Navidad! y  un ¡Soñado Año Nuevo!.

Nancy Romeo 





jueves, 11 de diciembre de 2014

Algunos mitos sobre el cigarrillo

      Que el tabaco me tranquiliza, que yo fumo poco porque casi todo el cigarrillo se consume en el cenicero, que... En realidad nada de esto es así y forma parte de un arraigado decálogo de mitos de nuestra sociedad.
      Según la Real Academia Española una de las acepciones para la palabra mito es "persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen".
      Podríamos agregar que los mitos están relacionados con las falsas creencias, las cuales determinan la forma en que interpretamos los acontecimientos. Se toman como totalmente válidas, correctas.
      En el contexto de las adicciones en general  -y del tabaquismo en particular- sirven de argumento, justificación o excusa para mantener el hábito.
      Vamos a detenernos en algunos de estos mitos:

      -"El tabaco me tranquiliza...". 
Verdad: esa "tranquilidad" se debe a la acción central del tabaco, pero desaparece cuando los niveles de nicotina en la sangre disminuyen y dan paso al sindrome de abstinencia.
      En realidad, lo que ocurre es que la nicotina calma los síntomas de la abstinencia más que los "nervios". Por eso decimos que el cigarrillo constituye una "trampa química".

     



      -"Yo fumo poco porque casi todo el cigarrillo se consume en el cenicero...".
Verdad: el fumador que deja quemar el tabaco en el cenicero procurando hacer menos pitadas, va a respirar mayor concentración de cancerígenos porque el humo que se desprende de la porción final del cigarrillo es más tóxico que el que se inhala directamente al fumar a través del filtro. El primero tiene el 85 % de los tóxicos.
      El humo ambiental del tabaco (HAT) contiene más de 4000 productos químicos irritables o tóxicos, de los cuales unos 50 son cancerígenos.

      -"Yo no dependo del tabaco, puedo dejar de fumar cuando quiera...". 
Verdad: pruebe dejar de fumar en una situación cotidiana, no cuando esté enfermo, y verá que es más difícil de lo que pensaba. Todo fumador es dependiente aunque fume poco.
      El tabaquismo es una adicción muy poderosa y la mayoría de las personas no puede manejarla simplemente con la voluntad. La nicotina es tan adictiva como la cocaína y la heroína.


      -"No noto que me haga tanto daño. Tendría que fumar mucho más tiempo para notar los efectos negativos del tabaco...". 
Verdad: la sola acción de fumar un cigarrillo produce -a los 8 segundos- un aumento de la tensión arterial sistémica que dura 15 minutos y una elevación de la frecuencia cardíaca de 10 a 15 latidos por minuto. Puede que usted no note el daño, pero su organismo sí que lo detecta.

      -"Conozco personas fumadoras que tienen más de 80 años...". 
Verdad: está absolutamente demostrado en innumerables estudios científicos que el tabaquismo es la primera causa prevenible de enfermedad y muerte prematura. Esto no significa que no ocurran excepciones, pero se sabe que la expectativa de vida se reduce un promedio de 8 años en los fumadores de 40 cigarrillos diarios.
      Este mito se construye a partir de los sobrevivientes que están lejos de representar a la totalidad de los fumadores. Uno no ve envejecer a los que han muerto a causa del tabaco.

      -"Si dejo de fumar engordo". 
Verdad: no todos los que dejan de fumar aumentan de peso. Está comprobado que 1/3 de ellos engorda, 1/3 adelgaza y 1/3 no cambia de peso.
      El aumento de peso se debe fundamentalmente a un mayor incremento de la ansiedad que muchas personas intentan calmarla con comida -como sustituto del cigarrillo- y, en menor medida, a un cambio matabólico. Además, la recuperación del gusto y del olfato aumentan el disfrute de los alimentos.


      Sería importante comenzar a "desarmar" algunos de estos mitos y plantearnos la posiblidad concreta de dejar de fumar, si fuera necesario con ayuda de un tratamiento de cesación tabáquica.
                                                           
                                                    Lic. Marcelo A. Bragiola


domingo, 30 de noviembre de 2014

Si querés bajar de peso disfrutá de la comida!!!


-¿Comés para alimentarte y disfrutar o devoras hasta sobrepasar los límites? ¿Cenás frente al televisor y al terminar te sentís como si no hubieras comido? ¿Desayunas de pie y apurado? ¿Te tomás un tiempo para hacer la merienda sin leer o trabajar?

Aprender a saborear la comida es un gran paso en el camino de crear e instalar nuevos hábitos que te ayuden a bajar de peso.

Comer conscientemente,  usar los sentidos procurando identificar la textura, olor, sabor del alimento te ayudará. Masticar lenta y cuidadosamente como si fuera la primera vez que lo probás te permitirá desautomatizar el acto de comer y disfrutar la comida.

 La orden que nos señala que estamos satisfechos tarda aproximadamente 20 minutos en llegar al cerebro, por lo tanto si  deglutimos rápidamente ¿Cuánta comida incorporamos en ese lapso?

Es fundamental reemplazar privación por moderación. Tal vez asocies  el término “dieta” con la privación y con  los alimentos “no permitidos”. Si es así,  pensá que no estás a dieta sino que estás aprendiendo a comer saludablemente.
Ser moderado no es lo mismo que privarte. Prohibirte comer un alimento que te gusta no sólo es innecesario sino que, además, puede ser uno de los factores que te conduzcan al fracaso en el arte de una nueva forma de comer.
 “Amigate ” con los alimentos, la comida no es la culpable de tu exceso de peso. Lo importante es encontrar el equilibrio y estar en armonía con lo que elegís comer. La actitud que adoptes cambiará tus conductas y de esta manera podrás enfrentarte a cualquier situación social que presente una mesa tentadora.
Aprender a comer vs  dietas restrictivas. El fracaso de las dietas, por lo general, no va seguido de resignación y acomodo a la realidad del cuerpo que nos tocó en gracia. Más bien promueve culpa, angustia y rechazo de uno mismo.

La educación alimentaria te permitirá bajar de peso disfrutando de la comida, encontrar herramientas y aplicar estrategias para utilizar diariamente y en momentos especiales.
Realizar la actividad física que nos resulte placentera
, escuchar nuestro cuerpo, prestar atención a  nuestras emociones y pedir ayuda complementan necesariamente el camino hacia nuestro objetivo. 

Nancy Romeo (h) Inst. en Alim. Salud y Activ. Física 

lunes, 24 de noviembre de 2014

El enojo, la bronca...

      El nexo entre sobrepeso y malestar psicoemocional es evidente.     La obesidad es a la vez causa y consecuencia de situaciones emocionales, y el enojo no es ajeno a ellas.
      Frecuentamente se produce una realimentación mutua que origina un círculo vicioso.
      Muchas personas ceden al impulso de comer compulsivamente en la primera ocasión que se les presenta cuando están sometidas a situaciones de enojo. 
      Se utiliza la comida como recurso para satisfacer las necesidades emocionales, mejorar el ánimo o anestesiar los sentimientos.
      En el núcleo del enojo siempre hay frustración, una necesidad insatisfecha en la que se espera algo y, en su lugar, sucede otra cosa que desilusiona y decepciona.
      Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, comentaba que los individuos nacemos con un innato sentido de amor, pero que la ira y la hostilidad nos llegan cuando la necesidad de amor no es satisfecha o está frustrada.
      Según el diccionario, el enojo es “un sentimiento de ira o enfado”. También dice: “molestia, disgusto, pesar”.
    
     
      En realidad se trata de una de las emociones más frecuentes en el ser humano. Todos nos enojamos, en ocasiones, por algo que alguien nos hace (según nuestra percepción), por algo que no nos hacen, o por algo que nosotros mismos hicimos o dejamos de hacer.
      El enojo comprende sentimientos que varían en intensidad desde una molestia hasta la furia y la rabia, acompañados de manifestaciones del Sistema Nervioso Autónomo.
      El SNA es la parte del sistema nervioso que controla las acciones involuntarias produciendo la dilatación de las pupilas y los bronquios, el aumento de la fuerza y frecuencia cardíaca, la disminución de las contracciones estomacales y la estimulación de las glándulas suprarrenales. 

      También hay personas que parecen vivir constantemente en este estado y, generalmente, son aquellas con las cuales no quisiéramos estar (al menos desde un registro consciente).
      El enojo puede manifestarse de diferentes maneras, entre otras:
-En forma de agresión hacia afuera, muchas veces desplazada hacia quienes aparentemente no tienen relación con ese enojo.
-Acumulando el enojo y agrediéndose a sí mismo. En el ámbito de la salud, el enojo, al igual que cualquier otro sentimiento negativo nos hace daño repercutiendo en nuestro bienestar físico ya que la química de nuestro organismo pierde el equilibrio deteriorando el sistema inmunológico entre otras cosas, por lo que somos presas fáciles de enfermedades tales como gastritis, dermatitis, colitis o síntomas desagradables como dolor de cabeza.
-Como disparador de conductas compulsivas tales como los atracones, la ingesta de alcohol o el consumo de drogas.
      La emoción de enojo es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de actitudes hostiles y manifestaciones de conducta agresiva.
      Como provocadores del enojo pueden mencionarse:
-La sensación de encontrarse en peligro.
-Los estresores cotidianos (tensiones experimentadas durante el día). Por ej, una persona que ha tenido un día difícil en el trabajo será especialmente vulnerable a enojarse más tarde en su casa por algo.
-La insatisfacción y/o frustración.
      La cuestión es ¿qué puedo hacer yo contra el enojo?
      Un primer paso importante sería poder preguntarnos: ¿Con qué o con quién es mi enojo? ¿Tiene que ver con algún enojo de mi pasado que no pude afrontar en su momento y que sigo sin resolver en mi vida actual? ¿Me enojo con esta persona porque en realidad estoy proyectando algo propio?
      ¿Mi enojo tiene que ver con estar atado a mandatos ajenos y a no seguir mis propios deseos?
      Un segundo paso importante podría ser trabajar nuestra asertividad ¿Cómo expreso mi enojo?

                                                                    Lic Marcelo A. Bragiola

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La autoimagen

      La autoimagen se refiere a la imagen o representación mental que tenemos de nosotros mismos.
      Es como nuestro "espejo interno" y está presente cada vez que pensamos o decimos "yo soy" o "yo no soy", "yo puedo" o "yo no puedo". Cada uno tiene una imagen de sí mismo y esta imagen condiciona nuestra conducta y nuestra relación con los demás.
      La forma en que me veo afecta la forma de mi presentación ante el otro y afecta, por ende, la forma en que el otro me ve.
      En esta imagen de sí hay aspectos que son manifiestos y conscientes y otros aspectos que son más oscuros y difíciles de descubrir.

      Abarca diferentes aspectos de la pesona, entre otros, la percepción y vivencia del propio cuerpo (imagen y esquema corporal), la valoración de sí mismo (autoestima) y la forma en que proyectamos nuestra imagen sobre los demás. Se trata de una construcción psíquica ligada totalmene a nuestra historia personal.
      La historia de esta percepción de sí mismo comienza en el momento del mismo nacimiento.

      En la formación de la autoimagen han incidido decisivamente los "otros significativos" a través de modelos, pautas de conducta, sistemas de valores, actitudes.
      Los otros significativos fundamentales son en primer lugar nuestra madre y, en un segundo momento, el padre -o sus sustitutos, teniendo en cuenta que se trata de las funciones materna y paterna más allá de los padres biológicos. Es decisiva la percepción que ellos han tenido de nosotros, lo que han esperado de nosotros, lo que hemos significado para ellos, la forma en que fuimos mirados, hablados, reconocidos, devolviéndonos una imagen de nosotros mismos como si fueran un espejo sobre el que nos miramos.

      La problemática respecto a la autoimagen está presente en numerosos trastornos psicológicos.
      Además, incide muchísimo cotidianamente en nuestra calidad de vida: en cómo nos sentimos y pensamos, en nuestras conductas, en cómo nos vinculamos y -fundamentalmente- en nuestra autoestima.
      Así como es algo desarrollable a lo largo de la vida, también es trabajable...

                             Lic. Marcelo Bragiola

martes, 11 de noviembre de 2014

Estiramiento de Meridianos con Esferas


      El estiramiento de los Meridianos con esferas aplica el concepto de los Meridianos del cuerpo de la Medicina Tradicional China y la Teoría de los Elementos al trabajo corporal con esferas de distintos tamaños.  Los meridianos son canales o pasajes por donde circula la energía vital.
Existen diferentes tipos de meridianos  de acuerdo a la función que desempeñan y todo el conjunto constituye una red continua, un verdadero circuito cerrado en el cual cada uno se conecta con otro del que recibe energía y con otro a quien se la transmite, asociándose a su vez a órganos y vísceras.
Como los meridianos no son físicos, mucho tiempo se dudó de su existencia. En 1961, el profesor Kim Boham inyectó sustancias colorantes por los pequeños corpúsculos que observó en la piel y así pudo comprobar el curso de la circulación energética en algunos trayectos de los meridianos que tantos años antes trazaran los chinos. Para estos, sin embargo, ellos son tan reales y tangibles que los avezados, rozando apenas la piel con las yemas de los dedos, ubican no sólo a estas vías energéticas sino también a los puntos que, distribuidos a lo largo de ellos, necesitan ser trabajados para evitar el bloqueo del flujo de la energía.
Cuando esto ocurre aparecen síntomas o dolencias en nuestro cuerpo sin causa aparente, producto de un desequilibrio interno, debilitándose el organismo o destruyendo su inmunidad.
Si esto sucede, es bueno considerar que nuestras enfermedades son una oportunidad para aprender de nosotros mismos, para mejorar y cambiar nuestro estilo de vida
Algunas ventajas de la práctica de estiramiento de meridianos con esferas son la reducción del estrés y la fatiga, la armonización del dormir, la concentración y la respuesta inmunológica, la mejoría de la postura y del ritmo respiratorio, y el aumento de la disposición energética debido al incremento del flujo de energía entre los órganos con efectos fructuosos sobre los mismos.
En este proceso los fisiobalones actúan como facilitadores para ampliar la conciencia corporal, ayudando a la percepción y experimentación concreta de los meridianos en nuestro cuerpo.

Las esferas nos asisten de manera placentera y beneficiosa para llevar un poco más lejos cada estiramiento. Siempre manteniendo la atención en nuestra respiración experimentamos la tensión a lo largo del meridiano para luego relajar el esfuerzo suavemente por la exhalación. De esta manera lograremos la correcta redistribución y regulación de la energía.

Practicando esta técnica habitualmente  desarrollaremos una conciencia de lo que significa “dejar ir” y relajar, escuchar las sensaciones que el cuerpo nos transmite y encontrar  el equilibrio apropiado para vivir con mayor plenitud y creatividad.
Prof. Nancy Romeo (h)



miércoles, 5 de noviembre de 2014

La importancia del grupo

     Buceando sobre sus orígenes llegamos al término germánico kruppa = masa redondeada (aludiendo a su forma circular, a la idea de círculo). De dicha palabra deriva el término provenzal grop = nudo (aludiendo a la cohesión). Vemos que aquí ya hay una referencia a dos características de un grupo: generalmente los integrantes se ubican en forma circular y están cohesionados por algo en común (una tarea o un objetivo).
     De esa palabra surge el término italiano groppo o gruppo, aludiendo a un conjunto de personas esculpidas en un mismo bloque de material o pintadas. 
    El groppo scultorico es una forma artística propia del Renacimiento, a través de la cual las esculturas que en tiempos medievales estaban siempre integradas al edificio pasan a ser expresiones artísticas en volumen separadas de los mismos, permitiendo para su apreciación caminar a su alrededor, es decir, rodearlas. Así, sus figuras cobran sentido cuando son observadas como conjunto más que aisladamente. Hacia el siglo XVIII pasó a significar una reunión de personas, divulgándose rápidamente su uso coloquial. 

     Podríamos definir y caracterizar a un grupo de múltiples maneras. 

     En el contexto de lo que proponemos en Vientos de Salud lo concebimos como un grupo:
-Operativo: lo que convoca a los integrantes es una tarea en común, una serie de acciones que se realizan para lograr determinados objetivos.
     En este caso la propuesta es alcanzar un peso saludable, prevenir o aprender a convivir con enfermedades crónicas, favorecer el crecimiento personal y -en definitiva- mejorar la calidad de vida.
    Si bien es homogéneo en cuanto a la tarea (ya que hay una convergencia de los miembros con un fin común), el grupo es heterogéneo en cuanto a su composición, ya que está integrado por personas de diferente edad, nivel sociocultural y socioeconómico, sexo y grado de sobrepeso -lo cual posibilita el encuentro con la diferencia desde el primer encuentro.
-Psicoeducativo: a través de diferentes talleres se van incorporando conocimientos sobre Educación Alimentaria y se van aprendiendo diferentes estrategias para poder alcanzar los objetivos. Cada participante va adquiriendo una especie de “caja de herramientas” que le permitirá afrontar las dificultades y que podrán utilizar cuando lo necesiten. 
-Participativo: cada integrante es protagonista activo, desde su singularidad, actor de su propia acción, en un proceso de esclarecimiento (de necesidades propias, dificultades, etc.), transformación progresiva y desarrollo y apropiación de las herramientas necesarias. Esto permite un compromiso más sólido con la propia recuperación y adaptar el plan alimentario y de actividad física a cada persona.
-Abierto: caracterizado por su flexibilidad, permitiendo el ingreso y salida de los miembros.

     Consideramos esencial el abordaje grupal por varios motivos.
     Estar en un grupo permite a cada uno “abrirse” al otro: compartir, aprender de otras experiencias, poder pedir ayuda y animarse a recibir ayuda de otros.
      El grupo puede transformarse en un espacio que da marco, que aloja, facilitando a cada integrante la reflexión y la organización (teniendo en cuenta la dificultad que suele presentarse en cuanto a esto).
     Al verse cada integrante sostenido y reflejado en los otros miembros del grupo, éste funciona como una red de contención, de apoyo
     La fuerza de un conjunto de personas pugnando por el mismo objetivo es muy grande y esto permite que los integrantes se apoyen y se den ánimo unos a otros.
     La posibilidad de tener una red de contención es muy importante, especialmente en los inicios del tratamiento donde muchas veces uno se siente solo e impotente para modificar hábitos largamente arraigados.
    A su vez, observar el compromiso de sus compañeros con el avance en el tratamiento ayuda a recordarles a los demás en cada reunión la importancia de seguir con los objetivos propuestos.
     Así, el grupo favorece la motivación de los compañeros, especialmente en los momentos de mayores dificultades.

    Además de los objetivos explícitos se trabajan aspectos relacionados con la  pertenencia grupal (el grado de ligazón de los integrantes entre sí y de estos con la tarea), la comunicación y la adhesión al tratamiento.
    El grupo mueve y crea condiciones para la creatividad, así como -si bien no es un grupo terapéutico- suele tener efectos terapéuticos, tendiendo a mejorar a sus integrantes, es decir, a brindarles la posibilidad de desarrollar capacidades y de superar problemas personales por el mero hecho de compartir una situación con otros.


    El enfoque grupal del tratamiento favorece la confrontación e integración de múltiples miradas ante una misma situación, enriqueciendo el proceso  de cada miembro del grupo. El otro se convierte en un “espejo de mí mismo, que me mira desde un lado desde el que tal vez yo no me veo”.
                                                            
                                                         Lic Marcelo Bragiola

martes, 28 de octubre de 2014

Fibra Alimentaria, °Escoba que Limpia y Mucho Más..."

Las fibras, que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, son como la escoba de una casa. Sin embargo, además de su función de limpieza, cumplen otras importantes funciones.
Existen dos tipos de fibras: las solubles y las insolubles.
Las primeras son aquellas que en contacto con el agua forman geles. Se las encuentra en  la  pulpa  y  semillas de frutas (manzanas, cítricos, frutillas, peras, membrillos), legumbres, cereales, sobretodo avena y cebada, habas, algas.

Un experimento que podés hacer para identificar la fibra soluble es dejar en remojo una cucharada de semillas de lino  en ½ vaso de agua toda la noche. Verás por la mañana que el agua está viscosa, espesa. Este tipo de fibra confiere viscosidad al bolo alimenticio.
Este espesamiento permite que la digestión y absorción de los hidratos de carbono que sucede en el intestino delgado sea lenta. Esto hace que la glucemia (glucosa en sangre) suba lentamente. 
Si la digestión es rápida, el aumento de la glucosa es rápido también, siendo poco beneficioso para nuestro organismo. Esto ocurre cuando consumimos hidratos de carbono simples, que se encuentran en azúcar, miel, dulces, gaseosas, golosinas, harinas blancas, productos de panadería.
Por otra parte, cuando ingerimos fibra soluble, logramos disminuir la formación interna de colesterol.
Por último, al formar geles viscosos que ocupan espacio, nos dan sensación de saciedad, con lo cual evitamos comer demás.     
 La fibra soluble entonces va a intervenir favorablemente en la prevención y tratamiento de: diabetes, obesidad y dislipidemias (alteraciones de grasa en sangre).
En cuanto a la fibra insoluble es la que se encuentra en  tallos, hojas y cáscaras de hortalizas y frutas, granos integrales, salvado, semillas y legumbres (porotos, garbanzos, lentejas…), formando su estructura.
Su función principal es, sí, la de escoba. Además las fibras insolubles aumentan el volumen de la materia fecal. Este volumen ejerce presión en las paredes del colon (intestino grueso), estimulando el peristaltismo. El peristaltismo es el movimiento que realiza el colon para expulsar los desechos. De esta manera la materia fecal que guarda toxinas y demás desperdicios que el cuerpo necesita eliminar permanece menos tiempo en contacto con las paredes, ya que aumenta la velocidad del tránsito.
¿Qué sucede a mayor permanencia de la materia fecal en el colon?
El intestino grueso reabsorbe líquidos, seca la materia fecal. Si los desechos no se eliminan a diario se reabsorben en parte hacia la sangre,  produciéndose una autointoxicación constante.
Está probado que una buena ingesta de este tipo de fibra disminuye la incidencia de: constipación, cáncer de colon y divertículos.
¿No te parece que son muchos los motivos por los cuales nos conviene barrer nuestra casa diariamente?

                               Prof. Nancy Romeo (h) Consulta: Nutrición Regenerativa, lic. B Lewin 

lunes, 20 de octubre de 2014

Aparatología ¡¡¡Cómo Ayuda!!!


Cuando tomamos la decisión de cambiar nuestros hábitos -mejorando la alimentación y realizando actividad física- comenzamos a notar los beneficios.
Nuestro peso desciende, nos sentimos con más energía, los dolores que nos acompañaron durante tanto tiempo empiezan a desaparecer. 

Si elegimos adecuadamente la actividad que nos agrade y aprendemos a comer de una manera saludable y rica podremos mantener en el tiempo esta acertada elección.

Cuando conjuntamente tomamos sesiones de aparatología apoyamos nuestros cambios físicos de manera asombrosa.

El aparato de RADIOFRECUENCIA ó RECUPERADOR CELULAR otorga un efecto térmico en el organismo provocando un batimiento molecular que aumenta la temperatura del tejido. La vasodilatación venosa y arterial que produce este efecto favorece la nutrición de los tejidos y la eliminación de desechos tóxicos.

Este calor agradable y profundo es liberado desde el interior del tejido hacia afuera y produce un regeneramiento de las células que componen el tejido tratado. A su vez es un poderoso antirradical libre dando a la piel un mejor aspecto y calidad, otorgando como resultado final un excelente efecto lifting.

Activa la producción de colágeno y elastina que va perdiendo la piel con el paso del tiempo.

Tiene grandes beneficios sobre el tejido adiposo, siendo una excelente opción para el tratamiento de la celulitis. 

Está indicado en tratamientos faciales, corporales y capilares, como así en patologías de la Fisioterapia y Kinesiología.

En los TRATAMIENTOS CORPORALES se lo utiliza para:
·         Reafirmación de senos
·         Reafirmación de glúteos
·         Flaccidez
·         Estrías. Celulitis
·         Rejuvenecimiento de codos, rodillas, planta de pie
·         Reducción de cicatrices
·         Dolores articulares, contracturas musculares, Tendinitis,  Bursitis.



El equipo de ONDAS RUSAS provoca contracciones musculares y  se utiliza para:

·         Modelación y reducción
·         Quemar adiposidad localizada
·         Flaccidez
·         Definición muscular
·         Contracción de músculos desnervados parcialmente

·         Reducción del dolor y de contracturas musculares
·         Reducción de edemas
·         Aumento de la circulación
·         Aumento del volumen muscular
·         Estimulación especial de fibras blancas para deportistas

Es importante aclarar que el profesional y los aparatos, si bien nos ayudan muchísimo, no reemplazan la parte que a nosotros nos toca. Apropiarnos de nuestras actitudes, pensamientos y conductas son el punto de partida.  

Masoterapeuta Nancy Romeo (h)